sábado, 18 de septiembre de 2010

UNA REAL Y HERMOSA HISTORIA, ME LA CONTARON  Y NO PUEDO DEJAR DE COMPARTIRLA.
Cuando la lean , seguramente dirán como yo :"¡¡Gracias Cristina y Alicia Kirchner !! porque nos estan permitiendo recuperar nuestra dignidad como trabajadores.

 Nuestra compañera Amanda "Cuqui" Amouchet fue la protagonista de esta concreta y real experiencia, seguro hay miles de ellas que no conocemos.

          "Tenía que comprar un regalo de casamiento, y recordé haber visto en la vidriera de un nuevo gran negocio de la Av. Rivadavia y José Moreno, una hermosísima manta, tejida a telar.
Bueno, pensé, me encanta, pero cual será el precio, es una artesanía, en fin voy, y cuando el vendedor me lo diga, me desmayo , busco otro regalo más cerca de mi bolsillo.
        Así fue, entre  y vi,una gran cantidad de mantas, una mas linda que otra , colores y dibujos preciosos, me dirijo al vendedor y para mi sorpresa me dice que hay 3 tamaños, pequeña, mediana y grande, la mediana cuesta 220 pesos, y puedo elegir entre una gran variedad de motivos ¡ todos bellísimos, de una perfección increíbles!!.
      En mi interior pensaba : “seguro hoy es mi día, conseguir una manta así, digna de exportación, y a ese precio, ¡no puedo dejar de aprovecharla!!!!”.Era perfecta.
      Me decido, pero no pude con mi genio y le pregunto al vendedor el porque de ese precio, no se, me dice, las mantas pertenecen a una cooperativa mapuche, y nuestros negocios son los que compran casi toda la producción, es el cacique el que viene a realizar la venta, y la ultima vez que lo vimos nos contó que están viendo la posibilidad de exportarlas, ya que les contaron que es una mercadería muy apreciada en el exterior.
      Me fui encantada con la manta, y con la historia, pensando en nuestros ccoperativistas del "Programa Argentina Trabaja" a quienes les aconsejamos no desperdiciar la oportunidad que les brinda el gobierno, de hacer un excelente aprendizaje para luego animarse a consolidar una cooperativa propia, independiente, lo que les dará un futuro prospero y pleno de satisfacciones, al sentir que son ellos dueños de su propio destino"

Sería hermoso y muy valioso que si conoces otra experiencia como esta la compartas con nosotros. Enviala a nuestros correos y la publicaremos

viernes, 17 de septiembre de 2010

OPINIÓN DE ADRIANA PUIGGROS Por Federico Bernal :“No se puede manipular cuando la vida de las personas mejora en términos concretos

“No se puede manipular cuando la vida de las personas mejora en términos concretos ”Por Federico Bernal

ADRIANA PUIGGRÓS , SU POSTURA, IMPERDIBLE -LEER EN PESTAÑA SUPERIOR

domingo, 12 de septiembre de 2010

Pre-inscripción Seminario MIRADAS SOBRE LA ECONOMIA Y LAS FINANZAS 29 .09 .2010

INVITACION AL SEMINARIO
Miércoles 29 de setiembre de 2010 - 15 hs.

"En el Bicentenario de la Revolución de Mayo:
MIRADAS SOBRE LA ECONOMÍA Y LAS FINANZAS" 

Salón de Actos del Banco de la Nación Argentina
Rivadavia 325 - 1° piso
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
A efectos organizativos solicitamos INSCRIPCIÓN PREVIA
Se entregarán certificados de asistencia
Poder escuchar y compartir con Aldo Ferrer, Norberto Galasso, Alfredo Zaiat, Carlos Heller, Mario Rapoport etc... es un lujo y una necesidad.
Además pensemos que nuestra participación militante en un curso de formación en el Salon de Actos del Banco de la Nación Argentina ya es, simbólicamente, una maravillosa prueba del avance popular que estamos logrando.

Facultad de Sociales- Lo que pasa y debemos saber

Ten el valor de hacer uso de tu propia razón!!!, o acerca de cómo la Toma se vuelve una  mezquina operación de La Mella
A una semana de las intermitentes Tomas de la Facultad de Sociales, resulta necesario clarificar una serie de planteos realizados por la conducción del CECSO que abonan a la confusión en los estudiantes.
Políticas de Vaciamiento del GCBA y lucha contra el Macrismo.
La política educativa promovida por Mauricio Macri y por sus ministros Mariano Narodowski, Abel Posse y Esteban Bullrich expresan un proyecto político educativo consistente con un modelo de ser humano y de sociedad que articula a las tradiciones neoliberales y neoconservadoras de los años `70 y `90. Recordemos algunas de las políticas del modelo autoritario y conservador de educación pública del Macrismo: prohibición de los docentes a manifestarse por medios de comunicación masivos; recorte de 40.000 becas a estudiantes de secundarios; en el año 2009 el presupuesto educativo vio reducirse en casi dos puntos, aunque la transferencia de recursos del Estado al sector privado aumentó, ese mismo año, en 200 millones de pesos; pedido a las autoridades de listas negras, etc. La lucha contra todas estas medidas, a lo largo de este proceso fue encabezada por los docentes porteños organizados en UTE - CTERA, y un espacio nacional y popular “La Multisectorial contra las políticas de Macri”, que reunió a la comunidad educativa, organizaciones populares y de Derechos Humanos, de la cual hemos sido parte. La toma de las escuelas secundarias de estas últimas semanas, fueron acompañas por paros docentes con enormes porcentajes de acatamiento, en contra del modelo privatizador y autoritario del Macrismo. Todo esto se enmarca en los debates irresueltos sobre un nuevo modelo educativo que garantice la incorporación pedagógica y ciudadana de un 20% de estudiantes de reciente acceso a escuelas medias, por efecto de la implementación de la Asignación Universal por Hijo, donde el aporte de las Ciencias Sociales resulta indispensable.
La Toma de la Facultad de sociales, entre el reclamo legítimo y la ausencia de estrategia.
La Toma de la Facultad, se realizó sobre la base de un discurso que hacen de las autoridades del Gobierno de la Ciudad y las de la Facultad de Sociales lo mismo. Coinciden en ese discurso aquellos que gestionan la Ciudad con más alto PBI de la nación, y cuyo presupuesto educativo es más bajo que el promedio nacional, con una gestión, que con muchos errores y ausencia de definiciones políticas estratégicas, es oposición al rectorado de Hallú y el PRO en la UBA. Cabe destacar que en estos días la Rectora del Colegio Nacional Buenos Aires, del mismo espacio que Calleti, fue autoritariamente despedida por el rectorado. Todo esto como producto de la consolidación de la derecha de la Franja y del PRO, en el rectorado de la UBA.
El Enemigo político en la UBA es Hallú, la Franja Morada, y el PRO
Desde el principio de este debate, hemos definido que era necesario llevar adelante una estrategia contra los socios de Macri en la rectorado, que desde hace nueve – 9 – meses no aprueba los pliegos para la construcción de la tercera etapa del EDIFICIO ÚNICO DE SOCIALES. Sin embargo hoy, el discurso vacío y oportunista de La Mella, apela a montarse sobre la lucha de los estudiantes de secundarios y los docentes de UTE, y no enfrentan las disposiciones arbitrarias del rectorado.
¿Asamblea de Sociales, o Corporación autoritaria?

Desde aquella primera asamblea, donde estudiantes con genuinos intereses de poner el cuerpo por el EDIFICIO ÚNICO DE SOCIALES, asistimos hoy a un vaciamiento de la Asamblea del CECSO.
El martes la Asamblea de los estudiantes, definió movilizar al rectorado, para exigir respuestas a nuestras demandas como estudiantes. Así fue como un conjunto de compañeros del campo nacional y popular nos movilizamos al rectorado, y vaya sorpresa con que nos desayunamos!!!!:
CUANDO VIMOS QUE LA MELLA Y SUS ALIADOS DEL PO, DESMOVILIZARON A LOS ESTUDIANTES, Y NO SE PRESENTARON NUNCA. VAYA QUE DEMOCRÁTICOS!!!! VOTAN EN ASAMBLEA IR AL RECTORADO, PARA LUEGO NO CUMPLIR!!!!
Luego, el miercoles a la noche, en otra Asamblea asistimos a una NUEVA EXPRESIÓN DEL AUTORITARISMO DE ESTOS GRUPOS, que decidieron recortar la lista de oradores, excluyendo justamente a aquellos que nos movilizamos esa mañana contra Hallu, y a otros estudiantes y agrupaciones -como a la UES- que se habían anotado.
NOS PREGUNTAMOS HOY: ¿QUÉ CARÁCTER DEMOCRÁTICO PUEDE TENER UNA ASAMBLEA QUE NO SE RESPONSABILIZA POR SUS DECISIONES? .
¿QUÉ CARÁCTER REPRESENTATIIVO PUEDE TENER UNA ASAMBLEA QUE EXCLUYE ESTUDIANTES QUE SE MOVILIZAN CONTRA EL RECTOR DE LA UBA?.
¿QUE ESTRATEGIA TIENE HOY ESTA CORPORACIÓN AUTORITARIA PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS DE LOS ESTUDIANTES?.
Hacia un Frente Nacional, Popular y Latinoamérica

Que transforme la Facultad de Sociales. Convocamos a todos los compañeros del campo nacional y popular, organizados en agrupaciones universitarias, trabajos territoriales, radios comunitarias, y otras experiencias, a consolidar un gran frente político con capacidad de resolver los problemas gremiales y políticos de los estudiantes, como el edificio único, la implementación del Presupuesto Participativo, el estatuto del Centro, el Comedor estudiantil, y que por otra parte ponga al movimiento estudiantil a intervenir en los grandes debates nacionales.
Porque creemos que los universitarios debemos aportar cualitativamente a fortalecer las instituciones del estado, las organizaciones populares, y particularmente incidir en la construcción de un proyecto nacional, popular y latinoamericano, ¿o acaso los estudiantes de trabajo social no debemos incidir en la implementación de la AUH? ¿ los estudiantes de relaciones de trabajo, no debemos impulsar en la ampliación del programa Argentina Trabaja?, nos preguntamos, ¿debemos o no los estudiantes de Ciencias de la Comunicación, profundizar la LSCA? ¿Los estudiantes de Ciencia Política, podemos ignorar la existencia del UNASUR, y el Mercosur, en plena Crisis Financiera Internacional? ¿Finalmente, los estudiantes de Sociología podemos obviar las transformaciones de instituciones como la familia, la escuela, los sindicatos y el estado, desde la crisis del 2001?. Estudiantes, compañeros, ¡Tengan el valor de hacer uso de su propia razón!

viernes, 27 de agosto de 2010

JULIO RAMOS :Un hombre imposible de sospechar kirchnerista
“LOS CERROJOS A LA PRENSA” (el libro que en 1993 escribió Julio Ramos sobre Clarín y Papel Prensa) - LO ESCRIBIO ANTES DE MORIR
En 1993 el periodista Julio Ramos, fundador de Ambito Financiero y LA MAÑANA, un hombre especialmente ubicado en las antípodas del pensamiento del actual gobierno nacional, escribió un extenso y valioso ensayo sobre periodismo donde explicó cómo construyó Clarín su monopolio mediático en la Argentina. Con amplia y sólida documentación probatoria, Ramos describió, en ese trabajo, el proceso de apropiación de Papel Prensa por parte de Clarín y La Nación con el aval del gobierno de Jorge Rafael Videla y, lo que es aún más grave, con los recursos de todos los argentinos.

Televisión Digital Terrestre- INFORMACION

Televisión Digital Terrestre


La Televisión Digital Terrestre (TDT) es la nueva señal de aire que implica un cambio tecnológico de la televisión a nivel mundial. En Argentina nace como un proyecto cultural y social que está en proceso de implementación (la llamada Televisión Digital Abierta, TDA). La TDT Argentina busca mejorar la Televisión para todos, pasando desde el simple entretenimiento, hacia la participación ciudadana, educación entretenida, etc.
El modelo argentino de TDT contempla la inclusión social, la diversidad cultural, el fortalecimiento de la Industria Nacional, la promoción del empleo, el desarrollo científico-tecnológico, los contenidos televisivos de calidad y la participación ciudadana. En otros países la TDT es llevada a cabo por privados, por lo tanto sólo incorpora el aspecto tecnológico y no el social.
Es importante subrayar que el Estado Argentino ha decidido incorporarse a una tecnología ya probada en el mundo. En la actualidad varios países del mundo ya están transmitiendo en TDT.

¿En qué consiste el beneficio?

El beneficio consiste en un paquete de equipamiento receptor de señal de TDT que será entregado en comodato sin costo alguno.

Tenga en cuenta que la totalidad del trámite es gratuito. No acepte ningún tipo de costo de intermediación o sellado en ninguna instancia del trámite (solicitud, seguimiento del estado de trámite, entrega, etc.)

¿Cuál es el trámite que tengo que hacer para solicitar un equipo receptor?

1 Ir a la oficina de correo argentino más cercana a su domicilio, completar y entregar la solicitud del equipo receptor.

2 Además, debe llevar una fotocopia de la primera y segunda hoja del DNI o una constancia de documento en trámite.

¿Cómo se evalúa quién es beneficiario?

Los formularios de solicitud presentados serán analizados de acuerdo a las bases de datos de los beneficios sociales que el Estado Nacional posee en la actualidad, con el objetivo de garantizar la eficiencia y transparencia en los procesos de otorgamiento del beneficio.

El Consejo Asesor, mediante el Centro Único de Evaluación del Consejo Asesor (CUECA), conjuntamente con el Instituto de Altos Estudios Sociales y la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y con la colaboración de una Red de Universidades Metropolitanas, llevará adelante dicho proceso de análisis de los formularios de solicitud.

¿Cuándo y cómo recibo el equipo receptor?

Una vez que presente la solicitud, y se realice la evaluación correspondiente que establezca el carácter de beneficiario, el Correo Argentino entregará el equipo en su domicilio conforme al cronograma de implementación. En dicha oportunidad se deberá suscribir el comodato como requisito para formalizar la entrega.

¿Cuáles son las responsabilidades del beneficiario con respecto al equipo receptor?

Los beneficiarios deberán garantizar el cumplimiento de las condiciones de uso y comprometerse con el cuidado del equipamiento siendo los responsables del deterioro que éste pueda sufrir por su mala utilización durante el periodo de vigencia del contrato. El equipamiento no podrá ser vendido, no podrá ser comercializado, ni destinado para otro uso distinto para el que cual fue entregado.

sábado, 17 de julio de 2010

CIFRAS QUE ASUSTAN . CÁNCER  Y MALFORMACIONES EN LOS NIÑOS
Agroquímicos y el aumento de las enfermedades

La salud no es lo primero en el modelo agroindustrial

Una comisión conformada por el gobierno del Chaco analizó estadísticas en zonas con uso intensivo de agroquímicos. En una década se triplicaron los casos de cáncer en niños y cuadruplicaron los nacimientos con malformaciones.
Es la primera vez que una provincia aporta estadísticas sanitarias vinculadas con zonas con uso intensivo de agroquímicos. Los datos son contundentes y confirman las denuncias que desde hace años realizan los vecinos: los casos de cáncer en niños se triplicaron y las malformaciones en recién nacidos aumentaron 400 por ciento. Sucedió en sólo una década y corresponden a un estudio oficial de la Comisión de Investigación de Contaminantes del Agua del Chaco, creada por el gobernador en diciembre pasado. “Primer Informe” es el simple título del documento que fue entregado en la Casa de Gobierno provincial y en el Ministerio de Salud local. Los casos de cáncer están focalizados en la localidad de La Leonesa, cercana a Resistencia y epicentro de las denuncias por el uso de herbicidas y plaguicidas. Las malformaciones corresponden a datos de toda la provincia, donde –siempre según datos oficiales– se producen 17 casos por mes. La Justicia ordenó frenar las fumigaciones y exigió urgentes estudios de impacto ambiental (ver aparte).
A Iván le gustaba ver las avionetas que sobrevolaban sobre su casa. Tenía seis meses, escuchaba los motores y pedía upa para salir al patio y saludar el paso del aeroplano. Laura, la mamá, lo levantaba y llevaba al jardín para dar el gusto al bebé. Con el paso de las avionetas, Iván aprendió a saludar con la mano, se reía y festejaba el vuelo rasante. A los 2 años le detectaron leucemia. Fue trasladado de urgencia al Hospital Garrahan, padeció ocho meses de quimioterapia y dos años de tratamiento intensivo.
“Los médicos me preguntaron si vivíamos cerca de plantaciones con agroquímicos. Recién ahí me enteré de que la avioneta que saludábamos con mi bebé lo que hacía era echar veneno en el campo frente a mi casa. Se me vino el mundo abajo”, explica Laura Mazitelli, del barrio La Ralera de La Leonesa. Era 2002, Iván se recuperó, y Laura se transformó en una denunciante de los agroquímicos. La trataron de loca y opositora al desarrollo, pero los casos de cáncer se multiplicaron y los vecinos comenzaron a organizarse.
La Leonesa es una localidad de diez mil habitantes a 60 kilómetros de Resistencia. Desde hace una década denuncian el efecto sanitario de los agroquímicos utilizados en plantaciones de arroz. Apuntan al glifosato, endosulfan, metamidofos, picloran y clopirifos, entre otros químicos usados también en los cultivos de soja.
Por la movilización constante y el reclamo de estudios, el gobierno del Chaco creó por decreto el 9 de diciembre de 2009 la Comisión Provincial de Investigación de Contaminantes del Agua. Incluyó la participación del Ministerio de Salud Pública, la Administració n Provincial del Agua (APA), el Ministerio de Salud de Nación, la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el Ministerio de Producción. “Tendrá como misión receptar, estudiar, coordinar y conducir las acciones para garantizar y optimizar la contaminación de arsénico, agroquímicos y otros”, señala el breve decreto, de sólo dos páginas.
A cinco meses de su creación, la Comisión Investigadora finalizó su primer informe, que fue publicado por el periodista Brian Pellegrini, del sitio de noticias Chaco Día por Día.
“Respecto de patologías oncológicas infantiles, leucemias, tumores cerebrales y linfomas, se observa un mayor número de casos anuales a partir de 2002. En La Leonesa, en el período 2000-2009 se comprueba un incremento notable, que triplica la ocurrencia de cánceres en niños”, afirma el trabajo de la Comisión oficial, focalizado en La Leonesa. En la década de 1990-1999 se registró un promedio de 0,2 casos por año (1 caso cada 60 meses). En tanto en el período 2000-2009 se contabilizaron 0,6 casos por año (1 caso cada 20 meses). “Los valores se encuentran por encima de lo esperado, incrementándose notablemente en los últimos diez años, período en el que los casos registrados triplican la ocurrencia de cáncer en niños menores de diez años.”
La media mundial de cáncer en menores de 15 años es de 12-14 casos cada 100.000 niños. Los datos oficiales de Chaco muestran que en La Leonesa el registro trepa a 20,2.
El informe señala la multicausalidad del cáncer, pero llama la atención: “Este incremento de la casuística coincide con la expansión de la frontera agrícola (...) vulnerando la salud de la población, debido a que las prácticas y técnicas de cultivo incluyen pulverizaciones aéreas con herbicidas cuyo principio activo es el glifosato y otros agrotóxicos.” Todas las cifras surgen del Servicio de Estadísticas del Hospital Pediátrico local y destaca que un 25 por ciento más de casos son atendidos directamente en el Hospital Garrahan de Buenos Aires, por lo cual las cifras totales de casos es mayor.
Beatriz Nicolini es pediatra, trabaja desde hace 25 años con pacientes oncológicos, integra la Comisión oficial y confiesa que, “a pesar de la magnitud de las cifras”, no le asombraron los datos. “Hace tiempo que vemos cómo se multiplican los chiquitos con cáncer. Pareciera no detenerse. Y, aunque no hay una sola causa de ese incremento, los casos aumentaron al mismo tiempo que aumentaba el uso de agroquímicos, ya sea en arroceras o soja”, explica y detalla que sobresalen los casos de leucemia, seguidos por tumores cerebrales y linfomas.
“Tatiana de 5 años. Milagros de 8. María de 7. Francisco de 12. Victoria de 6. Son todos vecinos con cáncer. Y lo peor es que la lista sigue. Todas familias humildes que están pasando lo mismo que nosotros”, lamenta Laura Mazitelli, la mamá de Iván, la que llamaron “loca” y ahora reprocha: “¿Hacían falta tantos casos para reconocer que nos están envenenando?” Las malformaciones crecieron aún más. En una década se cuadruplicaron en toda la provincia del Chaco los casos en recién nacidos. En el lapso de un año, entre 1997-1998, hubo en Chaco 24.030 nacimientos, de los cuales se contabilizaron 46 malformaciones. Una década después, en doce meses entre 2008 y 2009, se registraron menos nacimientos: 21.808, pero se multiplicaron las malformaciones: 186 casos. El informe oficial destaca que se pasó de un índice de 19,1 por cada 10.000 nacidos a 85,3.
Los datos corresponden a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de Neonatología del Hospital Perrando de Resistencia. De 1997 a 1998 hubo un promedio de 4,9 casos por mes. De 2001 a 2002 creció a 7,5 casos. Y entre 2008 y 2009 aumentó a 16,8 casos mensuales.
Desde el Ministerio de Salud de Nación informaron que no se cuenta con estadísticas nacionales sobre el tema. Desde la Comisión investigadora, una integrante –que pidió mantener el anonimato por “las enormes presiones” que están recibiendo–, consideró que “todos los firmantes del informe tenemos mucha experiencia y antecedentes en lo que estudiamos, pero las empresas arroceras y sojeras están presionando mucho al Gobierno. No sabemos cómo terminará, hay demasiados intereses en juego”.
Dos integrantes de la Comisión confirmaron que están elaborando un segundo informe que aporta estadísticas oficiales sobre el geométrico incremento, en zonas con uso de agroquímicos, de los embarazos que no llegan a término por abortos espontáneos, el aumento de problemas reproductivos en adultos y crecimiento exponencial de cáncer de mamas. No tienen fecha definida para entregarlo a las autoridades, pero alertaron sobre la posibilidad de “intromisiones en el trabajo de la Comisión”.
El primer informe fue elevado al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, y al Ministerio de Salud provincial el 8 de abril. La investigación oficial resalta que sólo son incluidos datos del servicio de salud pública. “Tanto en datos estadísticos de enfermedades oncológicas infantiles como en malformaciones en recién nacidos no están incluidos los registros de instituciones sanitarias privadas, en los cuales las estadísticas son similares, aspecto que las aumentaría considerablemente.”
El informe de la Comisión investigadora solicita que se tomen “medidas precautorias” en La Leonesa hasta que se realice un estudio de impacto ambiental y piden que se amplíen los análisis a otras seis localidades que estarían en las mismas condiciones: Gancedo, Napenay, Santa Sylvina, Tres Isletas, Avia Terai y Colonia Elisa.
Fuente: Dario Aranda, Página/12, 14 de junio de 2010.

viernes, 9 de julio de 2010

DE OLVIDOS Y MEMORIA

De Olvidos y Memorias

Dice Benedetti que el Olvido está lleno de Memoria.
Todos nos debatimos entre olvidar y recordar. Aquello que intentamos –muchas veces vanamente- relegar al fondo de nuestra memoria se hace presente una y otra vez; en tanto que aquello que queremos tener siempre presente se hace olvido.
Sabemos que la Memoria nos hace lo que somos.
Rasgo indiscutible de la identidad en ese espacio de la mente residen aquello sedimentos  que el olvido dejó y, al hacerlo, nos forma y conforma.
Los seres humanos hemos hecho un culto a la Memoria y perderla es, en si mismo, una tragedia. Los enfermos de Alzheimer o el herido de Slomensko nos señalan el tamaño de la tragedia de no saberse quien es y aún menos quien ha sido.
A muchos no les conviene que el recuerdo exista.
En nuestro país sin ir más lejos hasta se llegó a promulgar el  DECRETO-LEY 4161 del 5 de marzo de 1956 por el cual se pretendió instaurar el olvido de la década pretérita de un plumazo.
Lejos de olvidar ese recuerdo a reprimir se agigantó; a veces tomando la característica de mito, en la mente de los Argentinos.
He visto altares profanos en humildes casas del conurbano donde se guardaban jirones icónicos de esa época: un foto coloreada; una página mal recortada de alguna revista, convivían con alguna estampita de un santo oficial del culto católico o la de un personaje de las devociones populares alumbradas con alguna vela.
Esto sin contar con los silencios historiográficos que la Escuela difundió.
Raro caso ese el de la Escuela. Creada para reproducir el sistema brinda también las herramientas conceptuales para poder criticarlos pero no podemos obviar que la Escuela sirvió a crear un imaginario social de héroes presentes y personajes ausentes.
En el número pasado analizamos esto desde la “estatuaria” conmemorativa y hablamos de la construcción  de hegemonías; acción en las que el “uso” del pasado es básica y que mejor uso que la de provocar los olvidos.
Por eso es necesario el Recuerdo. Con él sabremos quiénes hemos sido; con él podremos enfrentar los embates de los olvidos impuestos pero para esto se hace necesario fortalecer la Memoria , ampliarla y difundirla, sin silenciados ni omitidos, plena y llena de vida ya que, en definitiva, recordar no es nada más ni nada menos que mantenernos vivos.
Fabián Di Stéfano

HISTORIANDO CON GALASSO

Hoy, inclusive los profesores de la línea de Halperín Donghi –como Luis A. Romero y José Carlos Chiaramonte- admiten que no comparten la versión de la Historia mitrista sobre Mayo. Chiaramonte sostiene que ya nadie da validez a la fábula de “la máscara de Fernando VII”, con la cual se intenta justificar el voto de la Primera Junta del 26 de mayo de obediencia a Fernando VII; sin embargo, el Departamento de Historia del Colegio Nacional Buenos Aires persiste en aceptarla. L. A. Romero, por su parte, afirma que Mitre “inventó” esa historia pero que debe procederse con cuidado porque es un “factor de cohesión de la nacionalidad” (Diario Clarín, 24/5/2002). Considero, por el contrario, que es un factor de colonialismo mental, legitimador de la influencia inglesa a partir de 1862. La verdad histórica es la de Alberdi. La revolución popular española, del 2 de mayo 1808, donde constituye Juntas en nombre de Fernando VII, declara provincias a las colonias (22/1/1809) y convoca a que en América procedan de igual modo, democratizándose. (Por eso, entre 1809 y 1811,se producen los alzamientos en Hispanoamérica, en casi todos los casos, a nombre de Fernando VII). Por esta razón, hay españoles en la Junta y en el 2º Triunvirato. Por eso French y Beruti reparten estampas con la cara de Fernando VII (“Diario de un Testigo”) y por eso flamea la bandera española en el Fuerte hasta 1814.
Cuando la revolución democrática española es derrotada en 1814 y se vuelve al absolutismo, anulando la Constitución democrática de 1812, reponiendo la Inquisición, etc., se hace necesaria la ruptura (Carta de Posadas a San Martín, del 18/7/1814). La independencia, para no recaer bajo el absolutismo, resulta entonces urgente pues ahora España mandará dos flotas para recuperar “sus” colonias.
La revolución española de 1808 fue nacional (contra el invasor napoleónico) y se hizo democrática en la lucha, al constituir Juntas Populares que confiaron en que FernandoVII era progresista (estaba enfrentado con su padre, Carlos IV). La revoluciones americanas fueron inicialmente democráticas (antiabsolutistas) como prolongación de aquella y se hicieron luego nacionales, es decir, independentistas, cuando fracasa la revolución democrática en España. Por esta razón, hay seis años de diferencia entre los sucesos de mayo y el 9 de julio de 1816 en Tucumán, donde se declara la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica.”
Nación o factoría.
La instalación del liberalismo económico en la Argentina
“Rivadavia, acompañado por M. J. García, entre 1821 y 1827, fue el precursor de la política liberal en lo económico (libre importación, endeudamiento externo, finanzas en manos de accionistas extranjeros, sociedades mixtas con capital extranjero en la explotación de los recursos naturales). Con Mitre, llega el momento fundacional: transportes ferroviarios en poder de empresas inglesas trazados en abanico hacia el puerto de Bs. As., evidenciando así su carácter semicolonial; comercio exterior volcado hacia el Atlántico dando la espalda al anterior comercio hispanoamericano; transporte marítimo en barcos ingleses; endeudamiento externo; instalación de bancos ingleses en Buenos Aires.
Después, el modelo agroexportador y semicolonial -“la granja” de la “fábrica” inglesa-, se fue completando con las cías. de seguros extranjeras, los frigoríficos anglo- yanquis y las compañías de servicios públicos extranjeras, conformando así un país productor de carnes y cereales baratos e importador de artículos manufacturados, sin industrias, sin minería, sin pesquería, sin aprovechamiento hidroeléctrico, con creciente endeudamiento externo y fuertes diferencias entre las clases sociales. En la cúspide, una oligarquía colonizada mentalmente dilapidó la extraordinaria riqueza proveniente de la renta agraria diferencial en viajes a Europa y construcciones faraónicas, con mentalidad parasitaria y rentística, que ni siquiera puede considérasele burguesa pues no reinvirtió en la reproducción ampliada, cuando debió hacer echado las bases de la industria y especialmente, de la pesada, intentando el desarrollo de un capitalismo autónomo.”
La historia en los procesos políticos y sociales
“La historia es la política pasada, y la política la historia presente, machacaba Jauretche en los sesenta. Sólo la comprensión de la historia permite entender el presente y forjar el futuro. Desde la Izquierda Nacional aprendimos entonces que “Facundo, sin Marx, es incomprensible, pero Marx, sin Facundo, no da soluciones”. “No mirar hacia atrás” sostiene la derecha, pero los empresarios piden antecedentes cuando van a tomar personal, porque ese pasado les enseñará si el posible empleado sirve o no para su empresa.
Hay que partir de que no hay “una historia”, sino “varias interpretaciones” del pasado, que hay corrientes historiográficas antagónicas que responden a ideologías y proyectos políticos antagónicos, porque no hay historia neutra. La que pasa por neutra es la Historia Oficial, mitrista, tan tendenciosa como las demás, como lo ha reconocido últimamente el profesor Halperín Donghi, pues después de muchos años de hablar de rigor científico, ahora admite “que todos somos tendenciosos”. Esto es indiscutible porque si en la heurística se puede exigir la mayor rigurosidad científica, en la hermenéutica juega la ideología, es decir, desde donde se valoran o interpretan los hechos, con qué perspectiva, desde qué posición filosófica y política.
La historia desde la perspectiva del protagonismo popular, federal-provinciana (porque no es rosista), latinoamericana (porque América Latina es la nación), socialista (porque se basa no en los grandes hombres, sino en el enfrentamiento entre las clases sociales), la estamos haciendo entre muchos. Está en construcción.”
¿No mirar para atrás?
“Claro que no conviene “mirar hacia atrás” cuando se ha inventado una historia beatífica que no bien recibe la crítica, muestra un rostro horroroso. Por ejemplo, la Sociedad Rural se preocupa ahora por la pobreza, pero no quiere mirar su propio pasado, cuando atacaban el Estatuto del Peón en 1944 o cuando “La Prensa” decía que no había que aumentar jornales porque los peones no sabían administrar el dinero. Asimismo, los que se llenan la boca defendiendo la democracia provienen, en general, de partidos que han sido cómplices de la proscripción de las mayorías populares durante casi dos décadas y aún reverencian a sus “próceres” que aceptaron en silencio bombardeos como el del 16 de junio, y fusilamientos como en el ‘56. Los radicales, por ejemplo, abominan inclusive hasta de su propia historia buena, como lo fue la resistencia radical entre 1930 y 1934 contra la usurpación del poder por uriburistas y justistas. Ni qué decir de su historia mala, cuando ofrecieron intendentes a la dictadura genocida en la década del ‘70. Por eso, no quieren mirar hacia atrás.
En cambio, el conocimiento de la verdadera historia permite consolidar el pensamiento político en el presente, para avanzar hacia el futuro.”
El Peronismo y su rol histórico
“El peronismo nació como un frente policlasista, integrado por la clase trabajadora, sectores del empresariado mercadointernista (una burguesía nacional no muy conciente de su rol histórico), clase media popular e inclusive sectores del ejército y la Iglesia Católica. Entre 1945 y 1955 desarrolló un proyecto de Liberación nacional sintetizado en tres banderas: justicia social, independencia económica y soberanía política, dentro del marco de las relaciones capitalistas pero con fuerte perfil obrerista, que Perón llamó “la comunidad organizada”. Estos procesos de Liberación Nacional a veces declinan (MNR en Bolivia), a veces tienden a proyectos de capitalismo autónomo, y a veces, se profundizan camino al socialismo (Cuba). En el caso del peronismo, a partir de la muerte de Perón- líder contenedor y aglutinador de los diversos sectores integrantes del movimiento-, se agudizaron los antagonismos internos, mostrando sucesivamente rostros diversos en su dirigencia (socialdemócrata, liberal, nacionalista, nacional-democrático, de socialismo nacional). Hoy, mientras el Partido Justicialista es una cáscara vacía y aparecen “peronismos disidentes”, con fuerte perfil derechista, sin embargo, fue tal el impacto del período 1945/55 sobre los trabajadores, tan importante su experiencia de avance, que quedó en ellos fuertemente inserta su adhesión al peronismo, sus hombres, sus ritos, su historia. Por eso más allá de graves limitaciones, continúa siendo núcleo central de un proyecto nacional transformador, en tanto no existe ninguna otra fuerza política, a su izquierda, con base obrera.”
(*)Extraído del reportaje realizado al historiador por Juan Manuel Fonrouge para la revista 2010 en noviembre del 2009

miércoles, 30 de junio de 2010

PROGRAMA INGRESO SOCIAL CON TRABAJO “ARGENTINA TRABAJA”

El área de educación del Programa Argentina Trabaja realiza acciones de planificación de tareas en territorio 
Sus OBJETIVOS son: Articular distritalmente en el territorio con todos los organismos gubernamentales y sociales vinculados a la implementación del Programa Ingreso Social con Trabajo. Relevar la situación socio-educativa de los cooperativistas y de sus familias: ENCUESTAS SOCIO-EDUCATIVAS. Cuantificar las variables educativas terminalidad, acreditación, continuidad: organizar la información Instrumentar junto a las Jefaturas regionales y distritales las propuestas de terminalidad escolar para cada familia cooperativista del distrito, facilitando el acceso a los diferentes programas y planes de estudios vigentes. Coordinar la elaboración de informes distritales mensuales de las acciones y resultados, que permitan conocer cuántos trabajadores se incorporan a las propuestas de terminalidad, avances y dificultades Realizar el seguimiento de las propuestas en curso. Sistematizar acciones y resultados. Para el logro de dichos OBJETIVOS, se definen etapas PRIMERA ETAPA: Acciones alcanzadas: En relación a esta etapa se realizaron articulaciones para el inicio de trabajo territorial con los responsables de los siguientes: La Matanza, José C Paz, Tigre, Florencio Varela, Ezeiza, Pilar, Presidente Perón, Marcos Paz, Lomas de Zamora. SEGUNDA ETAPA: Acciones alcanzadas: Se dio cumplimiento a esta etapa en los distritos mencionados, llevándose a cabo reuniones de presentación de la propuesta, durante los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo, con el fin de establecer acuerdos previos a la realización de los talleres con los trabajadores cooperativistas. Participaron autoridades del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, autoridades municipales, autoridades educativas dependientes de la DGC y E, autoridades de las cooperativas, orientadores en los distritos en los que se encuentran en funciones. TERCERA ETAPA: Acciones alcanzadas: La implementación de esta etapa permitió llegar con la propuesta del área de educación a 150 cooperativas en el distrito de La Matanza, 33 cooperativas en Tigre, 88 cooperativas en Florencio Varela, 18 cooperativas en Pilar, 2 cooperativas en Presidente Perón, 60 cooperativas en Ezeiza, 6 cooperativas en Marcos Paz, 4800 cooperativistas en José C. Paz y 890 cooperativistas en Lomas de Zamora. Se coordinaron talleres que incluyeron material de sensibilización con relatos de experiencias de vida de personas que tuvieron acceso a diferentes políticas públicas y que les posibilitaron alfabetizarse, acreditar y certificar estudios. Se desarrollaron talleres con estrategias de educación popular. Se implementaron aproximadamente 25.000 encuestas de relevamiento durante los talleres. Es objetivo central del área de Educación es profundizar esta SEXTA ETAPA para el segundo semestre, la cual comprende - Realizar encuentros para la devolución de la información sistematizada. - Generar reuniones con los equipos trabajos territoriales con el fin de consolidar los acuerdos necesarios para garantizar las respuestas a las expectativas de los cooperativistas y sus familias. - Efectuar la firma de convenios entre las cooperativas y el Ministerio de Educación de la Nación a fin de que las mismas lleven adelante el Programa Nacional de Alfabetización de Jóvenes y Adultos. - Realizar la presentación de la documentación respaldatoria para la firma de estos convenios. - Articulación con el sistema educativo para la concreción de aperturas de extensiones de sedes de terminalidad primaria, Plan FINES PRIMARIA-SECUNDARIA y centros de formación profesional. 
Comentario final: Cabe destacar que esta tarea viene siendo realizada por talleristas del área de educadores populares, orientadores, alfabetizadores voluntarios, responsables del Ministerio de Desarrollo Social, responsables y referentes municipales en un accionar conjunto que deberá seguir siendo fortalecido para lograr dar cumplimiento a esta etapa que será la que en definitiva, posibilitará el acceso pleno al derecho a la educación. Coordinadora Nacional de Educación : Mary Sánchez

miércoles, 23 de junio de 2010

Adriana Puiggrós- Soberanía económica y educativa -RECOMENDAMOS

A diferencia de lo propugnado por los organismos internacionales, la articulación entre sistemas escolares, la correlación y validación de estudios, la movilidad internacional de estudiantes y docentes, la coordinación de los criterios de evaluación, y otras medidas que se están tomando, no son neutrales. Varios congresos internacionales de educación superior que se han realizado en América latina en la última década tienen el claro objetivo de alinear la región en los términos impuestos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Para extender el que se había realizado previamente en Sevilla, en 2005, se realizó el II Encuentro de Rectores de Universia, una red de universidades orientada hacia el mercado desde la cual los invitados fueron convocados por Emilio Botín, presidente del Banco Santander. En mayo se reunieron en Guadalajara, México, 985 rectores de universidades iberoamericanas, empresarios, ONG y representantes de gobiernos, “para marcarles a los países de Latinoamérica el camino que creen que hay que recorrer para construir un espacio iberoamericano del conocimiento, al estilo de lo que ha hecho (...) el proceso de Bologna en Europa” (El País, Madrid, 1-6-10).
Más allá del palabrerío pseudoprogresista que enmarca las declaraciones surgidas del proceso de Bolonia, el eje sobre el cual se apoya esta reforma de las universidades es la implantación universal de guías sobre lo que una bizarra asociación entre especialistas en educación y representantes de los intereses financieros internacionales entiende por “calidad” de los conocimientos y de las competencias, así como criterios e ítem de evaluación adecuados a estándares que permiten construir rankings de instituciones, graduados y alumnos. Una guía detallada al servicio de las necesidades empresariales de selección de personal. La creación de agencias privadas de evaluación de la calidad educativa y acreditación es una herramienta del mercado educativo que sustituye al Estado en una función que le es propia.
El caso de España es ejemplar. En 2003, la OCDE elogiaba las medidas macroeconómicas que consideraba causas del desarrollo económico español sin medir sus consecuencias, y aconsejaba estimular el mercado mediante las siguientes reformas: fiscal, de las pensiones, del mercado de trabajo y de la educación. Numerosas empresas penetraron las universidades españolas al ritmo del avance del acuerdo de Bologna, que significó la aplicación de los criterios del libre mercado al propio diseño curricular y la organización académica. Empresas como Endesa ofrecen cátedras en la universidad politécnica de Catalunya, Caja Duero paga cursos universitarios y en cualquier universidad pueden verse los stands de empresas que venden productos educacionales (lo cual ocurre también en la mayor parte de los eventos latinoamericanos de educación superior). Emilio Botín anunció que la entidad que preside destinará 600 millones de euros en los próximos cinco años a proyectos universitarios. No debemos dejar de asociar que los avances sin límites del mercado, con los resultados que están por verse, y la aplicación de los criterios empresariales sobre su educación no han traído sino desgracias a España.
En este contexto, urge que nuestra región consolide el principio de la Ley de Educación Nacional de 2006, que establece que la educación es un bien social no transable, y profundizar la orientación que proporcionó a la política de educación el acuerdo sellado entre Argentina y Brasil en 2007, que rechaza la apertura del mercado libre de la educación considerada por la OMC como un bien transable. Es necesario detener el avance del neoliberalismo educativo en nuestros países. El Mercosur y el Unasur son los espacios para ponerle límites y hacer acuerdos regionales para reformar nuestra educación superior con soluciones democráticas, nacionales y populares. Estos términos, lejos de ser demagógicos, contienen una larga experiencia en la política educativa latinoamericana y expresiones actuales exitosas, así como la aprobación de la mayor parte de la comunidad de la educación superior argentina.
* Presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.

martes, 22 de junio de 2010

RICARDO FORSTER

¿Por qué nadie quiere ser de derecha?

Ricardo Forster
¿Resulta acaso sorprendente que la derecha argentina sienta una cierta inquietud existencial al ser identificada precisamente como de derecha? ¿Está sucediendo un reacomodamiento de piezas en el mapa político de la oposición que parece haber descubierto que la defensa cerrada de las corporaciones económico-mediáticas ya no rinde el rédito esperado? ¿Resulta, tal vez, impresentable quedar pegado a las vicisitudes del inefable Mauricio Macri, que su antiguo socio y colega de herencias busca separarse ostentosamente acusándolo de “derechoso”? Extrañas parábolas que fueron iniciadas, no por De Narváez o algún otro de los peronistas disidentes, sino por Ricardo Alfonsín que, lanzado a la carrera presidencial, percibió que el pequeño Cobos se estaba volviendo cada vez más pequeño y que hacía falta regresar al ilusionismo socialdemócrata para volver a la mística extraviada de los orígenes. El hijo del padre, hábil a la hora de captar el cambio de atmósfera, hace borrón y cuenta nueva respecto de sus votos nada progresistas en los últimos dos años (votó en contra de todas las leyes de avanzada que se presentaron en el Congreso de la Nación, desde la reestatización jubilatoria, la recuperación de Aerolíneas Argentinas hasta llegar, por supuesto y como gran coronación, al rechazo de la ley de servicios audiovisuales); su objetivo, ahora, es construir su candidatura desde la perspectiva de alguien que se presenta como un genuino exponente del progresismo argentino (de ese que lleva dentro suyo un antiguo gorilismo y que suele desconfiar de la falta de prolijidad del plebeyismo populista, de un progresismo aferrado a lo políticamente correcto, al life style y al sacrosanto temor que desde siempre le han causado las multitudes). Incluso el Grupo Clarín, casi al borde del precipicio y sin saber de qué modo salir de su propio atolladero causado por sus oscuridades impresentables, últimamente se le ha dado por describir las atrocidades cometidas durante la dictadura videlista, focalizando en torturas y desapariciones y como adelanto de un improbable mea culpa. Nadie quiere, en estos días que corren, salvando los editoriales del siempre liberal-conservador diario de los Mitre, definir su identidad política acercándose peligrosamente a la derecha de la pantalla. Nadie quiere, en estos días de festejos y alegrías heredadas del Bicentenario y que se continúan en estas semanas mundialistas en las que la selección argentina amenaza con transformar en mito a Maradona de la mano de Messi y de un equipo que venía de punto y en un par de partidos ha pasado a ser banca incluso contra gran parte de la prensa nacional, ser presentado como un animal de derecha.
Nadie, en especial aquellos que pelean por una suerte de candidatura peronista neoliberal, desea que les recuerden su ostensible inclinación hacia el poder concentrado y hacia las recetas conservadoras (Macri, de todos ellos, es el que lleva la delantera en una carrera de la que nadie quiere ser el ganador, porque la meta es ser identificado como el heredero de Menem). Con diversos grados de astucia, y en eso De Narváez demuestra que aprende rápido y que tiene alrededor suyo a un ejército de asesores que permanentemente le susurran cosas al oído, los impresentables de un peronismo prostibulario se afanan por demostrar que ellos nada tienen que ver con ese fantasma horrible que viste los ropajes de la derecha. El problema es que nadie parece creerles porque la foto, por sí sola, es más que elocuente allí donde se presentan juntos Eduardo Duhalde, Rodríguez Saa, Ramón Puerta, De Narváez, Juan Carlos Romero, Felipe Solá y, como haciéndose el distraído, el enigmático y siempre escurridizo ex piloto de Fórmula 1 muy acostumbrado a bajarse del auto antes de llegar a la meta. Lo cierto es que esta truope que se asemeja a una tienda de los milagros, a la que también hay que agregar al entrerriano Busti y al chubutense Das Neves, sabe que tiene que desmarcarse del espectro que la acosa, un espectro que los lleva directamente hacia lo peor de la última década y que los muestra ocupando sin mediatintas el costado derecho de la política argentina, en especial allí donde el kirchnerismo se ofrece como el heredero de las tradiciones nacional populares del peronismo y desde el radicalismo, y tal vez en alianza con el socialismo santafesino y algo de lo que quede de la coalición cívica, amenaza con expropiar el imaginario progresista y republicano que tanto atrae a la clase media. Los “federal-peroconservadores” intuyen que los tiempos actuales no llevan los aires de la restauración ni que resulta conveniente, al menos por ahora, mostrarse como lo que efectivamente son y representan.
No deja de ser interesante y algo extraño que al gobierno de Cristina Fernández se lo empiece a correr por izquierda cuando, como sucedió hasta ahora, se lo hizo por derecha y en consonancia con los intereses económicos más concentrados. Los radicales, pese a las declaraciones inoportunamente reaccionarias y prejuiciosas de Sanz al afirmar que la asignación universal lo único que había logrado es aumentar el consumo de paco y el juego de azar entre los pobres y a la figura cada vez más conservadora de Cobos, parecen haber encontrado en Ricardo Alfonsín la figura que los puede colocar en el andarivel democrático y progresista, ese que parecieron haber olvidado y que, con olvidos de por medio, intentan recuperar en concordancia con socialistas y seguidores de Carrió (la gente de Proyecto Sur no parece estar dispuesta a jugar ese juego de engaños y de diluciones y preferirá, quizás, insistir con Pino Solanas en la soledad de su candidatura). Su jugada es astuta aunque dependerá de la memoria que tenga una parte significativa de la clase media a la hora de elegir repetir más de lo mismo y sabiendo que los radicales han llevado al país hacia el precipicio cada vez que fueron gobierno desde la recuperación de la democracia. Lo positivo de la emergencia de Alfonsín en detrimento de la de Cobos es que ofrece la oportunidad de que la batalla electoral tienda a girar hacia carriles en los que los adversarios buscarán mostrarse, cada uno, como el mejor exponente de un proyecto de transformación y redistribución en el país. Eso incluso acelera lo que ha caracterizado al kirchnerismo que ha optado, en casi todas las oportunidades, por la profundización y no por el repliegue ante los avances de las corporaciones y de la oposición en esos momentos difíciles que se abrieron desde el voto no positivo del pequeño señor Cobos. De todos modos, el camino hacia octubre de 2011 es demasiado largo y siendo Argentina un país tan complejo y laberíntico, tan zigzagueante y caprichoso, es aventurado imaginar que el actual escenario se mantenga intocado. Lo que sí parece ser evidente, si se sostiene el crecimiento de Ricardo Alfonsín, es que el mayor desafío al que se enfrentará el kirchnerismo no vendrá desde el seno del peronismo, no será un desafío marcado por la impronta de un neomenemismo o de un conservadurismo duhaldista, sino que adquirirá los rasgos de una alianza neoprogresista heredera, aunque bajo otras circunstancias históricas, de aquella otra alianza que llevó al gobierno a De la Rúa y al Chacho Alvarez con los resultados conocidos y sufridos. Un progresismo vacío, retóricamente republicano y muy débil ante los poderes económicos se enfrentará al único gobierno democrático que después del 55 logró mantener su modelo pese a los claros avances destituyentes a los que tuvo que enfrentarse a partir de la rebelión gauchócrata. Será cuestión de seguir de cerca este duelo que, por esas extrañas parábolas de la realidad nacional, encuentra a los adversarios tratando de mostrarse como los más consecuentes en la búsqueda de un proyecto progresista. Lo que al menos sí se sabe es que uno está en el gobierno afanándose por profundizar políticas que mejoren la distribución y el trabajo, a la vez que continúen en la senda de políticas de memoria y justicia, en medio de una brutal crisis económica mundial, y los otros han tratado de bombardear sistemáticamente ese camino aunque ahora se envuelvan en ropajes progresistas.
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lunes, 21 de junio de 2010

Norberto Galasso

 Por Silvina Friera-Pagina 12
“Donde está la luz.” Desde el primer piso de su estudio de la calle Asamblea, a pocas cuadras del Parque Chacabuco, la textura de una voz serena indica cómo llegar hasta la guarida del destripador obstinado de la historia oficial. Donde está la luz, hay una puerta entreabierta. Antes de subir por la empinadísima escalera una foto de un maldito, la de Arturo Jauretche, ilumina el camino hacia uno de sus más conspicuos herederos y biógrafos: Norberto Galasso. El historiador continúa desmontando las máscaras de los relatos contradictorios del liberalismo y metiendo el dedo en la llaga del sistema nervioso del mitrismo. No anda con chiquitas este hombre menudo, de apariencia frágil, ojos con una chispa indomable como marca de fábrica, y bigote de cuño jauretcheano. A los 73 años continúa peleando, sin vacilar, contra peso pesado. Aguijonea y lastima, aunque del otro lado de la cancha acusen recibo minimizando sus interpretaciones. En sus manos, en sus libros, que son muchos, más de cuarenta, el pasado nunca es un agujero negro sin fondo. Toma por las astas cualquier acontecimiento sobre el que investiga y rescata textos sepultados por resultar molestos, tendiendo puentes y redes de sentido. Sobre la mesa de su escritorio hay artículos de revistas, diarios y muchos libros, como los dos que acaba de publicar: Verdades y mitos del Bicentenario y la reedición de Felipe Varela y la lucha por la unión latinoamericana (ambos por Colihue).
La gran fiesta por los doscientos años aún está fresca en la retina de los argentinos. La primera pregunta que lanza a la palestra en las páginas de ese compendio ineludible sobre 1810 es: ¿Por qué festejamos los 200 años del nacimiento de la patria, si la Independencia se declaró el 9 de julio de 1816? El historiador imagina a una docente con alumnos inquietos que la taladran con interrogantes. Las complicaciones aumentan cuando los pibes reparan, un tanto perplejos, en que los integrantes de la Junta juraron fidelidad al rey de España, encabezando una revolución cuyo objetivo sería romper con la dominación española. Excepto que sea una profesora muy audaz que se atreva a cuestionar la interpretación oficial, repetirá la “fábula” impuesta por Bartolomé Mitre. Los muchachos de Mayo, consigna este relato sacralizado, cranearon una simulación llamada la “máscara de Fernando VII”, de tal modo que hicieron de cuenta que hacían una revolución contra el rey, pero en su nombre. Así engañaron a Fernando VII, a toda Europa y a su propio pueblo; engaño que duró hasta 1816 cuando, finalmente, se declaró la Independencia.
“Mitre historiador fabrica una historia que legitima al Mitre líder de la oligarquía porteña –dice Galasso en el libro–. Exalta el supuesto librecambio de Mayo para justificar la libertad de comercio que provoca déficit permanentes en la balanza comercial de su gobierno, entre 1863 y 1868. Relata un Mayo donde no existe protagonismo popular, porque así legitima su represión sobre aquellos que lideran a las masas en las provincias del Noroeste. Ofrece la visión de una Revolución de Mayo porteña y que mira hacia el Atlántico, porque ése es su proyecto antilatinoamericano.” El historiador cuenta que lo más importante de los recientes festejos del Bicentenario es que la gente tenía ganas de salir a la calle. “Fue un fenómeno muy extraño; nunca vi tanta gente junta y es bastante esperanzador que haya habido esta presencia popular sin incidentes y con alegría”, subraya Galasso a Página/12. “El Bicentenario era la oportunidad para dar un gran debate histórico, pero quizá sea muy exigente. Ya es bastante lo que se hizo, y que haya un interés popular”.
–Si como señala en el libro sobre los mitos del Bicentenario, la política de hoy es la historia que se está construyendo y se relatará años después, ¿qué historia estima que se está construyendo desde la política de este presente?
–Estamos en un momento muy interesante, un momento bisagra, si recordamos el deterioro catastrófico de 2001. En diez años ha cambiado bastante el panorama del país y de Latinoamérica. Más allá de las contradicciones que puedan tener estos procesos y que uno pueda apuntar disidencias o críticas a algunos aspectos –uno quisiera cambios más profundos–, estamos viviendo una época de excepción, donde se está consolidando una especie de revolución inconclusa, que fue la de Mayo y la de San Martín y Bolívar. Hablamos todos los días en los diarios del Unasur, del Banco del Sur, de la reivindicación de los derechos humanos, de las transformaciones económicas tendientes a una economía productiva, de algunos avances como Fútbol para Todos, que me parece muy importante, y la ley de medios. Estamos iniciando un camino que me parece muy auspicioso.
–¿Por qué cuesta desterrar el relato de la “máscara” de Fernando VII?
–La jura por Fernando VII se produjo en todos los movimientos revolucionarios. Ese relato bien interpretado indica, como sostenía Juan Bautista Alberdi, que la Revolución de Mayo integra un proceso revolucionario americano. Ahí está la raíz del Unasur. Por el contrario, al decir que la jura fue una “máscara” y que hubo una actitud independentista desde el principio se invita a pensar que todo lo español es reaccionario. Se fija la idea de que la cruz y la espada es España. Esa fijación lo llevó a Mitre a decir en sus libros que, por suerte, los Estados Unidos fueron conquistados y civilizados por anglosajones. Hay una actitud mental que es la de ser probritánico. Sarmiento decía que había ido a Europa y también a España, que representaba el atraso. Nosotros rompimos con el atraso, según el relato mitrista, para abrirnos al mercado mundial, que sería el antecedente de Menem, si queremos ser malos. El fenómeno de la ruptura con España es la ruptura con Hispanomérica; eso es lo que se quería lograr. Miremos al Atlántico, pero no a España, sino a Inglaterra.
–En el libro ubica como precursor de las posiciones latinoamericanistas a Juan Bautista Alberdi. Sin embargo, el relato imperante que se enseña en las escuelas gira en torno del lema “gobernar es poblar”, que colocaría a Alberdi bajo la égida mitrista, ¿no?
–Sí, es cierto, pero porque hay un Alberdi “joven” y un Alberdi “viejo”. El Alberdi joven que se exilió en Montevideo estuvo dispuesto a apoyar a los franceses para tratar de sacar a Rosas de la gobernación de la provincia de Buenos Aires, y tuvo una buena relación con Mitre y con Sarmiento. A partir de Caseros comenzaron a producirse las disidencias. Alberdi se definió a favor de Paraguay en la “Guerra de la Triple Infamia”. Ese Alberdi “viejo”, que pasó prácticamente los últimos treinta años de su vida en el exterior, fue el que dijo que la Revolución de Mayo forma parte de la revolución hispanoamericana. Pero ése es el Alberdi que ha quedado sepultado.
–La posición del Frente Obrero, ese grupo de la izquierda que reconoció el carácter progresista del peronismo que usted rescata en el libro, ¿quedó eclipsada por la corriente historiográfica llamada Historia Social?
–El Frente Obrero era un grupo muy reducido de marxistas lectores de Trotsky. Entendieron la importancia del peronismo porque uno de ellos tenía un hermano que era delegado metalúrgico, que es lo que le falta a la izquierda: tener un cable a tierra (risas). El tener ese cable a tierra les permitió darse cuenta de que estaban pasando cosas en la clase trabajadora y comenzaron a revisar la historia. Salvo Enrique Rivera, que publicó algunos libros, uno de los más importantes de este grupo, Aurelio Narvaja padre quedó sepultado. Gran parte de las ideas del frente las retomó Jorge Abelardo Ramos, las desarrolló y las difundió, pero ladeándolas por momentos hacia el nacionalismo. Para colmo de males, Ramos terminó adhiriendo al menemismo...
Galasso militó en el Partido Socialista de la Izquierda Nacional entre 1963 y 1971. “Cuando me fui, empecé a visitar a estos viejos del Frente Obrero. Me acuerdo que llamé por teléfono a Narvaja y me dijo: ‘Yo estoy en el estercolero de la historia, ¿para qué me quiere ver a mí?’”. La voz del historiador imita el tono cabrón de ese hombre herido de muerte por el olvido en vida. “Esta gente estuvo muy aislada; no habían transado con nada, pero la historia los había pasado por encima y no pudieron construir nada. Lo ideal hubiera sido que hubieran podido construir una izquierda al lado del peronismo; que es un poco lo que pasa ahora y por eso me enojo con Pino Solanas –compara–. Su función era construir una izquierda nacional, al lado del Gobierno, marcarle las limitaciones y las cosas que se hacen mal. Pero de este lado, sin pasarse a la oposición, porque entonces este Gobierno queda solo y tenemos que elegir siempre entre lo que ya sabemos que es malísimo y gobiernos nacionales que tienen contradicciones. Ese es un poco el drama de no tener una izquierda real. Lo que tenemos son posiciones de izquierda abstractas, que a veces juegan como derecha concreta, por ejemplo cuando algunas agrupaciones fueron a apoyar a la Mesa de Enlace. Y uno no puede más que lamentarlo porque no son el enemigo, por supuesto.”
–Usted recuerda un artículo de Luis Alberto Romero de 2002 en el que parece que se aparta del relato mitrista sobre la Revolución de Mayo y plantea que los historiadores están lejos de lo que se enseña en la escuela. ¿Cómo explica que Romero no haya dado un paso más allá y siga sosteniendo ese relato?
–La corriente de la Historia Social está en crisis. El historiador José Carlos Chiaramonte, que viene de ese grupo, dice que lo de la “máscara” es una estupidez porque tiene mayor independencia. Pero hay otros historiadores que son asesores en grandes editoriales, como fue Romero en Sudamericana, y quieren comentarios favorables en el diario La Nación. Estamos viviendo un momento muy complejo en la historia, que significa no sólo romper con el diario La Nación, sino que implicaría cambiar el nombre de muchas calles, las estatuas de muchas plazas, hacer una especie de revolución cultural de una Argentina que se inserta definitivamente en América latina, que deja de tener rencores con Bolívar, que reconoce que Dorrego estuvo en la revolución chilena y que San Martín era más latinoamericano que argentino; toda una serie de cuestiones para las que se requiere tener una audacia que los historiadores que están en puestos importantes no tienen. Romero ahora está jubilado, pero durante mucho tiempo ha sido el jefe del Departamento de Historia de la Universidad de Buenos Aires, el dispensador de becas, de adjuntos. Esto es una limitación. La misma limitación que tiene Tulio Halperin Donghi, que por primera vez en mucho tiempo reconoce que es tendencioso. Cuando Donghi cuenta que el 16 de junio de 1955 se “ametralló” el centro porteño, no dice que murieron casi 400 personas. A él le importan más las quemas de las iglesias que los bombardeos de la Plaza de Mayo. A un estudiante que estudia mal la historia le cuesta entender el presente. Si se hace a la imagen que le enseñaron de civilización o barbarie, la barbarie será (Hugo) Moyano y la civilización será (Héctor) Magnetto (CEO de Clarín), entonces se ubicará muy mal.
–¿Por qué la figura de Felipe Varela ingresó a la lista de los malditos argentinos?
–Varela tiene dos manifiestos que son bastante fuertes. En uno de ellos dice que la política de Mitre provocó 50 mil muertos en el Noroeste. En aquel tiempo, con una población de 2 millones, 50 mil muertos era una cifra tremenda. Nosotros hablamos de 30 mil desaparecidos en una población de 30 millones, en el momento de la dictadura. En ese manifiesto plantea que hubo un terror durante el mitrismo tan grande como el de la época de Rosas. Varela es parte de una expresión del interior devastado por la política de la oligarquía porteña. Varela hizo un elogio de Caseros, que más allá de que participaron los brasileños y de que Urquiza tuviera sus limitaciones, significaba una posibilidad. Porque significó la Constitución Federal. Tanto el Chacho Peñaloza como Felipe Varela, para la interpretación rosista, son dos elementos molestos. Para el liberalismo mitrista también, porque Varela plantea no sólo que han masacrado a todos los pueblos del noroeste, sino que son los usurpadores de las rentas, que son nacionales y se las queda la provincia de Buenos Aires. Además se declaró amigo del Paraguay. La imagen que quedó de Varela, por las oligarquías del Norte, está en la zamba que dice “matando viene y se va”, cuando Varela entró en Salta. Es la imagen de un caudillo sanguinario.
–¿Le gusta nadar contra la corriente al rescatar figuras olvidadas?
–Sí, pero nado contra la corriente políticamente. Llegué a la historia por una cuestión política; creo que América latina tiene que estar unida y tiene que ser libre. Y será el socialismo del siglo XXI, como ya lo apuntan (Hugo) Chávez, (Rafael) Correa y Evo. Esa unión hay que hacerla con el Plan de Operaciones de Moreno, con fuerte inversión estatal, con cooperativas, con mutuales, con organizaciones populares. La historia es un arma de combate contra la sacralización de las clases dominantes. También rescato la figura de Manuel Ugarte, un chico de la clase alta muy seductor y romántico que le dijo a una niña que él iba a luchar toda su vida por la unión latinoamericana, contra Estados Unidos y por el socialismo. Ella, que no entendía nada, le contestó: “Me parece demasiada carga para andar por la vida” (risas).

jueves, 10 de junio de 2010

Continuación FELIPE VARELA X GALASSO

Norberto Galasso, autor de una amplia obra dedicada a rescatar lo más valioso del pensamiento nacional y latinoamericano, evoca en este libro la figura del caudillo Felipe Varela, que no tiene calles con su nombre, ni casi monumentos públicos, pero cuya memoria pervive en las coplas y cancioneros populares. Perseguido y denigrado en vida, olvidado y difamado luego de su muerte, Felipe Varela levantó la bandera de la Unión Americana, haciendo suyos los sueños de San Martín y Bolívar. No eran tiempos fáciles los que le tocaron en suerte. Con sus montoneras se enfrentó al Estado nacional oligárquico que el mitrismo porteño estaba Construyendo, a sangre y fuego, en alianza con el capital inglés y a espaldas de los pueblos del interior. Denunció el oprobio de la guerra de la Triple Infamia, librada contra el hermano Paraguay, "guerra ambiciosa de dominio, contraria a los santos principios de la Unión Americana, cuya base fundamental es la Conservación incólume de la soberanía de cada república"'. Considerado un obstáculo para la "civilización", bandido, gaucho malo y sanguinario, enemigo del orden, fue derrotado por fuerzas ampliamente superiores en número y pertrechos, al igual que el "Chacho" Peñaloza y tantos otros caudillos de su época. Su muerte solitaria y en la pobreza, en el exilio chileno, coincide con la fragmentación de la Patria Grande latinoamericana.
Sin embargo, las voces de los caídos ilustres a lo largo de la historia vuelven a ser oídas, son banderas para la lucha de otros pueblos, de otros hombres y mujeres. América Latina hace hoy honor a sus héroes y retoma sus proyectos emancipatorios: la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) es su expresión elocuente y en ella late, sin duda, la Unión Americana por la que bregó Varela.
Resulta entonces muy oportuna la reedición ampliada de este libro fundamental para conocer al Quijote de los Andes, como lo calificó José María Rosa, para rescatar su gesta y la de todos los que lucharon por una América Latina libre y unida.


Norberto Galasso. Nació en Buenos Aires en 1936. Político, ensayista e investigador de temas nacionales y latinoamericanos se ha interesado por indagar en los márgenes de la cultura oficial. De allí su extensa y controvertida obra que aúna pensamiento crítico y militancia, sin eludir el rigor. Los personajes silenciados por la historiografía académica han sido en muchas ocasiones objeto de sus trabajos en los que se ha revelado como un estudioso inteligente y tenaz, y un biógrafo apasionante. Entre sus obras publicadas en Ediciones Colihue se encuentran: Mariano Moreno, "el sabiecito del sur" (1994); La Revolución de Mayo. El pueblo quiere saber de qué se trató (1994); El Che. Revolución latinoamericana y socialismo (1997); Seamos libres y lo demás no importa nada. Vida de San Martín (2000); Perón. (Biografía en dos tomos, 2000); Vida de Scalabrini Ortiz (2008) y ¿Cómo pensar la realidad nacional? Crítica al pensamiento colonizado (2009) y Verdades y mitos del Bicentenario. Una interpretación latinoamericana (2010).


PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN



El 8 de junio de 1870, en el cementerio de Tierra Amarilla, pequeña aldea cercana a Copiapó, en el norte chileno, unas pocas personas acompañan los restos mortales de Felipe Varela a su morada definitiva. Un día antes, el cónsul argentino en esa ciudad, Belisario López, le comunicaba al embajador Félix Frías: “Este caudillo de triste memoria para la República Argentina ha muerto en la última miseria, legando solo sus fatales antecedentes a su desgraciada familia”.
Frías le contestará días después: “Comuniqué inmediatamente a nuestro gobierno la noticia del fallecimiento de Felipe Varela, a quien Dios haya perdonado todo el mal que hizo a sus paisanos […]” .
“Triste memoria”, “fatales antecedentes”, “todo el mal que hizo”... Solo, en la más absoluta miseria, envejecido prematuramente, Varela se encuentra con la muerte mientras siguen lloviendo sobre su nombre los dicterios del enemigo.
A partir de aquel día, las fuerzas sociales que lo habían combatido organizaron una minuciosa campaña de silenciamiento alrededor de su figura. Varela ya no apareció en los textos escolares, ni en las sesudas sesiones académicas, ni en los suplementos de los grandes diarios, ni en los gruesos tomos de historia que circulan en las universidades. En lugar de promoverlo como “demonio” –caso Rosas– frente a las estampas santificadas de Rivadavia o Mitre, la historia oficial prefirió omitirlo lisa y llanamente. Durante décadas, su nombre resultó ignorado, especialmente en aquellos lugares donde la tradición oral fue interrumpida por el predominio de la inmigración. Así, fue uno más que ingresó a la lista de los “malditos” registrados en el índex sancionado por la oligarquía.
Durante mucho tiempo, solo ese hombre anónimo de La Rioja o Catamarca, a quien la verdad histórica le llegó de labios de su propio abuelo montonero, resguardó la memoria del caudillo. Décadas más tarde, cuando ya fue imposible ignorar al jefe de una vasta insurrección que puso en pie de guerra a todo el Noroeste argentino, la clase dominante recurrió a la descalificación, apelando al arsenal de invectivas que Mitre y sus adláteres habían dirigido contra los jefes populares. De ese modo, Varela salió del silencio para entrar en la historia como un “infame bandolero”, “azote de los pueblos”, “Atila insaciable”, “caudillo sanguinario”, “gaucho malo y corrompido hasta la médula de los huesos”. Y, para consolidar el vituperio, se recurrió al folklore oligárquico en el que aparece como culpable de “una mañana de sangre”, como un bandido que “matando viene y se va”.
El triste destino de Felipe Varela –perseguido y denigrado en vida, silenciado y difamado luego de su muerte– no mejoró después de 1930 con el auge del revisionismo rosista. Su lucha contra “el Restaurador”, su exaltación de la batalla de Caseros y de la Constitución de 1853, su condena a la política porteñista –ya fuesen sus ejecutores Rivadavia, Mitre o Rosas– lo convirtieron en figura poco simpática para los primeros revisionistas. Solo algunos –los menos ligados a la concepción rosista– prestaron atención al jefe montonero y, tiempo más tarde, otros se atrevieron a condenar al mitrismo y a la guerra de la Triple Alianza, lo que, de por sí, llevaba a revalorar a Varela. Pero, en general, el rosismo se atragantó con el caudillo catamarqueño, quien resultó triturado y deformado, así, por dos corrientes historiográficas que, en última instancia, brotan de la misma clase dominante.
Los historiadores liberales, después de ignorarlo, lo habían condenado tachándolo de “facineroso” y “sanguinario”. La variante pseudomarxista de la vieja izquierda lo rotuló, asimismo, como expresión del feudalismo reaccionario opuesto al progreso civilizador del mitrismo que nos incorporaba a la economía mundial. A su vez, los historiadores rosistas lo abordaron desde diversos ángulos, a cual peor. Juan Pablo Oliver, obligado a optar entre Varela y Mitre con motivo de la guerra de la Triple Alianza, prefirió a don Bartolo que era, “en definitiva, el Presidente de la República Argentina” y estigmatizó al caudillo como traidor. Vicente Sierra, por su parte, lo consideró desdeñosamente “como caudillo localista de escasa significación”. Asimismo, hubo quienes le reconocieron méritos pero, enfrentados al antirrosismo del montonero, optaron por transcribir mutilada –y sin puntos suspensivos que indicaran la omisión– su proclama de 1866 para ocultar sus elogios a Urquiza, Caseros y la Constitución del 53. Finalmente, otros prefirieron transcribir honestamente la documentación íntegra pero, recurriendo a
artilugios hermenéuticos, terminaron argumentando que Varela quería –aunque él no lo supiese– cumplir el proyecto de Rosas, que el elogio a la batalla de Caseros era simplemente táctica o error y que solo la ingenuidad pudo llevarlo a confiar tantos años en Urquiza, siendo este “un simple servidor de los intereses brasileños”. Felipe Varela ya no era un bandolero, depredador de pueblos, ni tampoco un traidor a la Patria.
Era, políticamente, algo peor: un zonzo.
Estos distintos enfoques historiográficos se resuelven, en última instancia, en una coincidencia antivarelista sustentada en la concepción de que las masas no son las protagonistas de la historia. Para unos, el motor del desarrollo histórico son las élites “refinadas” estilo Rivadavia o Mitre; para otros, los grandes estancieros patriarcales, estilo Rosas. Del mismo modo, esta discusión histórica no hace más que reflejar la polémica política. El nacionalismo reivindica a Rosas como defensor de la soberanía frente a la invasión extranjera y condena con justicia a “los civilizados” que apoyaron esa invasión, pero asume posiciones reaccionarias por su carácter bonaerense y oligárquico, o burgués, en el mejor de los casos. Por eso, a su vez, combate también –como el liberalismo oligárquico– al nacionalismo popular y latinoamericano, ya sea enjuiciando a sus caudillos o adulterándolos, como en el caso de Felipe Varela. Tanto a los historiadores liberales como a los rosistas les molesta que Varela haya ingresado a la Argentina con un batallón de chilenos, que haya tenido vinculaciones con el gobierno boliviano y que no se haya sometido a los dictados de Buenos Aires, ni de Mitre, ni de Rosas. Y son precisamente estas actitudes las que agrandan la figura del montonero, en la línea de Bolívar y San Martín y la exaltan hoy, justamente, cuando los pueblos de la Patria Grande comprenden que su alternativa es unirse en la liberación o permanecer desunidos en el coloniaje.
Solo a la luz de un enfoque latinoamericano –por encima de las historias chicas de las patrias chicas– es posible captar la verdadera dimensión de la figura de Felipe Varela. Solo desde una perspectiva nacional, democrática y revolucionaria, es posible rescatar del silencio a este “maldito” demostrando, no solo la justicia de su lucha pasada, sino la insoslayable vigencia que poseen hoy sus viejas banderas. A ese propósito están destinadas las páginas que van a leerse. (Norberto Galasso. Buenos Aires, marzo 1983)
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jueves, 13 de mayo de 2010

ENTREVISTA A HUGO YASKY- VALE LA PENA LEERLA

............Revolución de Mayo
–En su opinión, ¿qué fue la Revolución de Mayo?

–Un intento de lograr la independencia en el terreno político respecto de lo que era la corona, en un momento de crisis. También una puja de determinados sectores minoritarios alrededor de la autodeterminación nacional aunque desde una perspectiva más amplia.

–¿Existían distintas tendencias político-ideológicas en 1810? ¿Con cuál se identifica usted y por qué?
–Creo que ahí comienzan lo que después fueron las dos grandes líneas que siguieron a lo largo de toda nuestra historia como proyectos en pugna, dos modelos de nación en pugna. En 1810, uno de esos proyectos estaba asentado en el pragmatismo de las relaciones de poder de la época, vinculado a la incipiente burguesía portuaria y su relación con el libre comercio. Un libre comercio que entonces empezaban a representar Inglaterra y Francia. El otro proyecto, sostenía y sigue sosteniendo la necesidad de una relación racional y articulada con los grandes centros de poder internacional. Ésta es otra definición más de proyecto de nación autónoma. Un proyecto que debe sintetizar el encuentro entre la Nación, el pueblo y las políticas de autodeterminación nacional. Obviamente que me identifico con esta última línea.


–¿Qué opinión le merece el primer programa político-económico de gobierno que tuvo la Argentina (el Plan de Operaciones de Mariano Moreno y Manuel Belgrano)?
Creo que era una expresión avanzada, con las lógicas contradicciones de la época, que intentaba vincular la independencia de la corona española en términos políticos, con la construcción de un proyecto capaz de expresar un conglomerado nacional y también una autodeterminación económica.


–“La riqueza real de un Estado es el más grande grado de independencia en que está de los otros para sus necesidades, y el mayor sobrante que tiene para exportar.” (Manuel Belgrano. Correo de Comercio de Buenos Aires, septiembre de 1810.) ¿Coincide con esta afirmación?
–Coincido. Creo que para su época era un pensamiento adelantado y, fundamentalmente, uno de los primeros vestigios del pensamiento que vincula las riquezas y el patrimonio nacional con la base de toda construcción, igualmente nacional.

–Nombre dos referentes de aquellas gestas con los cuales se sienta identificado.
–Castelli y Moreno.

Siglo XIX

–Mencione uno, dos o tres referentes políticos o estadistas argentinos del siglo XIX?con los cuales se identifique.
–San Martín, Belgrano, Rosas y Mariano Moreno.


–¿Y referentes políticos o estadistas no argentinos de ese mismo siglo con los cuales también se identifique? –Simón Bolívar, José Martí y Benito Juárez.

–¿Por qué cree que las Provincias Unidas del Río de la Plata perdieron su territorio original?
–Porque se impuso el sector de la burguesía más vinculada, más articulada y subordinada a las potencias coloniales de la época: Francia e Inglaterra. Ese sector no tuvo una visión nacional, ni impulsó un mandato que tuviera que ver con el sostenimiento de la unidad. Al contrario, fue funcional a la política de fragmentación, una política que ya en ese momento se dibujaba en función de los intereses británicos de penetración económica. Es decir, hubo una decisión política de quienes gobernaban el virreinato del Río de la Plata y también de otros sectores de las demás naciones de América del Sur –y aquí también hablamos de Bolívar–, que tendrían que haber formado el mapa político de la patria grande, pero que fueron, de alguna manera, funcionales a las políticas coloniales de la potencia más pujante de entonces: Inglaterra.

–¿Por qué cree usted que, una vez declarada la independencia de Uruguay, José G. Artigas exclamó “Ya no tengo patria”?
–Entiendo que hacía referencia al desgajamiento de lo que era el virreinato del Río de la Plata. Artigas buscó una proyección más amplia en términos de patria grande.
–“El federalismo nació como la oposición del interior a la apropiación de la aduana por parte de la ciudad de Buenos Aires y el rechazo a la imposición de políticas económicas librecambistas por parte de esa misma ciudad.” ¿Coincide con esta aseveración?
–Sí, estoy de acuerdo. Creo que el federalismo representa de manera incipiente esa contradicción. Con el correr del tiempo hubo también una apropiación del concepto de federalismo por la vertiente que intentó subordinar nuestro país a las políticas imperialistas. Es decir, creo que hubo una especie de enajenación de lo que fue el federalismo en su primera expresión, vinculada a los caudillos y a la composición de las fuerzas de raigambre popular. Y también se fueron apropiando de ese concepto sectores de los grupos dominantes, los cuales hicieron una especie de simbiosis entre el concepto unitario y el federalismo real, contrapuesto a la idea de integración nacional. Un hito importante en este aspecto fueron Caseros y Urquiza.

–El fundador del Partido Socialista, Juan B. Justo, opinaba que las montoneras del siglo XIX “eran el pueblo de la campaña levantado contra los señores de las ciudades [y que] pretendían paralizar el desarrollo económico del país y mantenerlo en un estancamiento imposible”. (La teoría de la historia y la política argentina.) ¿Coincide con esta definición y por qué? En caso negativo, ¿cómo se explica que un socialista piense así?
–No, creo se trata de una mirada deformada, muy ceñida a una visión eurocentrista que siempre vinculó las expresiones nacidas desde el interior y desde la entraña del pueblo con la barbarie, la incivilización. A raíz de esto leía una frase de Esteban Echeverría que me llamó mucho la atención por lo descarnada, pero también por lo sincera. La frase planteaba desde esa óptica del dogma socialista una formulación que era: “Para el pueblo, sin el pueblo y a pesar del pueblo”. Esa especie de visión ilustrada, civilizatoria y muy eurocentrista.


–¿Qué opinión le merece la presidencia de Rivadavia? (opciones: mala, regular, buena, muy buena)
–Mala.
–¿La presidencia de Urquiza?
–Regular.

–¿Las presidencias de Rosas?
–Buenas.

–¿Y la presidencia de Mitre?
–Regular; porque es como un punto de transición, en el que intenta encontrar un punto de síntesis entre lo que era la expresión de esa línea librecambista portuaria y las demandas de algunos sectores del interior. Fue como una especie de equilibrio inestable en una tensión de fuerzas, que le llevó a dar una de cal y una de arena en determinadas cosas.

–¿La presidencia de Sarmiento?
–Regular. Aclaro igualmente que es difícil calificarla porque existen cuestiones que no se pueden dejar de reconocerle. Por ejemplo, la política que significó instalar las bases del sistema de educación pública. Una fuerte carga de laicismo que marcó una tendencia cultural en el Río de la Plata, en relación con la escuela pública más de contenido progresista. Pero a la vez, tampoco puede dejar de destacarse que lo hizo desde una visión reaccionaria, tan propia de la derecha argentina.


–¿La presidencia de Avellaneda?
–Regular.


–¿Las presidencias de Roca?
–Malas. Y no destaco ningún hecho positivo porque creo que Roca está signado por dos hechos nefastos: primero, profundiza el exterminio de los pueblos originarios con base en una política de aniquilamiento; y segundo, profundiza las políticas de entrega al poder económico de Inglaterra, en el marco de un país absolutamente subordinado.
–Se habla mucho de la masacre que los pueblos originarios padecieron en el siglo XIX, pero nada o muy poco se dice de la masacre a los gauchos y caudillos del interior, víctimas de la guerra civil durante buena parte de ese mismo siglo; ¿qué opina al respecto?
–Que si hubiese que escribir el himno nacional de la derecha argentina, éste sería el estribillo. Lamentablemente, después demostraron creer fervientemente en esas palabras.


–En una carta a Mitre fechada en septiembre de 1861, Sarmiento le manifestó: “Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Éste es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”. ¿Qué opinión le merecen estas palabras?
–Un desastre horripilante.


–Nombre dos presidencias del siglo XIX con cuyas políticas y acciones de gobierno se sienta identificado o representado.
–Sin haber sido una presidencia, los primeros tiempos de Pueyrredón, sobre todo en el intento de formar un ejército que trascendiera la frontera nacional en la lucha por la liberación. También, la de Juan Manuel de Rosas.


–Nombre dos presidencias del siglo XIX con cuyas políticas y acciones de gobierno no se sienta identificado.
–Rivadavia y Roca.
–En la Guerra del Paraguay murieron más de un millón de paraguayos (5/6 partes de su población de entonces). En 1869, Mitre vinculó el triunfo de la Argentina y de la Triple Alianza “no sólo en reivindicación de sus derechos”, sino también como los abanderados “de los grandes principios del librecambio, que son los que vivifican el comercio”.
–Es una expresión descarnada de la ideología de nuestras clases dominantes, aún vigente. Porque en nombre del librecambio, si se quiere, también hubo dictaduras genocidas en nuestro país. José Alfredo Martínez de Hoz, por ejemplo, podría haber sido tranquilamente el autor de esas palabras. Mitre nos llevó a la guerra en nombre del librecambio, es decir, cumpliendo el mandato de los patrones coloniales del momento.


–¿Coincide con la afirmación que señala al período comprendido entre 1880 y 1930 como la época dorada de la República Argentina?


–No, para nada. Fue la época dorada para el proyecto de las clases dominantes y, fundamentalmente, para aquellos que pensaron la nación como un espacio para construir riqueza para los ricos y pobreza para los pobres.

Si tuviera que hacer un parangón entre las presidencias de Carlos Menem y alguna presidencia del siglo XIX, ¿con cuál la asemejaría?


–Acá todos vamos a decir lo mismo: Rivadavia.


¿Hubo algún golpe de Estado en la Argentina del siglo XIX?


–En el momento en que se lo condiciona a Pueyrredón, cuando ocurre esa conspiración que le ata las manos y deja a San Martín en una especie de situación de ejército itinerante, sin respaldo ni Estado detrás. Un golpe de mando más que de Estado.
Siglo XX


Nombre uno, dos o tres referentes políticos o estadistas argentinos del siglo XX con los cuales se sienta identificado.


–Perón, Eva Perón y John William Cooke.


–¿Y referentes políticos o estadistas no argentinos de este mismo siglo con los que se sienta identificado?


–Fidel Castro, el Che Guevara y Jacobo Arbenz.




–¿Qué opinión le merecen las presidencias de Hipólito Yrigoyen? (opciones: malas, regulares, buenas, muy buenas)


–Buenas. Si bien tienen momentos trágicos, son la expresión de un mandato popular que, creo, fue un avance.

–¿La presidencia de Marcelo T. de Alvear?


–Mala.


–¿Las presidencias de Juan Domingo Perón, entre 1946 y 1955?


–Muy buenas.


–¿La presidencia de Arturo Frondizi?


–Regular.


–¿La presidencia de Arturo Illia?


–Regular.


–¿Las presidencias de Juan Perón e Isabelita (1973-1976)?


–Buenas al principio y malas al final.


–¿La presidencia de Raúl Alfonsín?


–Regular.


–¿Las presidencias de Carlos Menem?


–Malas.


–¿La presidencia de Fernando de la Rúa?


–Mala.


–¿La presidencia de Eduardo Duhalde?


–Mala.


–¿Qué opinión le merece la presidencia de Néstor Kirchner?


–Buena. Su presidencia tuvo un hecho de enorme trascendencia que fue la política de derechos humanos. Yo creo que recién dentro de una década se va a tener plena conciencia del cambio cualitativo que significó para nuestro pueblo esa decisión. Me refiero al hecho de haber terminado con la impunidad, con las leyes de Obediencia Debida, con el comienzo de los juicios. Por esto solo, creo yo, pondría su presidencia en un plano destacado. Después hubo otras cuestiones. Por ejemplo y básicamente, terminar con esta especie de idea que habían introducido los grupos de poder en la Argentina, e incluso de afuera del país, de que la gobernabilidad estaba anclada de manera automática y permanente a la voluntad de los mercados, a la de los grupos económicos. Creo que haber devuelto la política al lugar del que fue desplazada por la economía y por los grupos dominantes o por la ejecución de los intereses de los sectores dominantes, fue un gran logro de Kirchner.

–¿Y?qué opinión le merece la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner?


–Buena. Aunque creo que si uno ve quiénes se aglutinan o quiénes forman parte del pelotón opositor, parece mejor aún. Ha habido en su presidencia políticas de avance. Entre las últimas: la asignación universal por hijo, la recuperación del sistema jubilatorio para el sector público, la transgresión de algunos dogmas del poder económico que, aparentemente, eran palabra sagrada. Todas estas medidas describen una trayectoria, que yo creo que si hubiesen tenido además la construcción de articulaciones sociales y de poder popular, hubiesen sido un fenomenal avance. Pero no la tuvieron.


–¿Se refiere a un partido político?


–Más que a eso, a la construcción de articulaciones donde sectores sociales, como la Central de Trabajadores de la Argentina, de la izquierda o centroizquierda no integrantes del PJ, hubiesen sido parte de una construcción articulada con una voluntad de transformar y sostener cambios a futuro. Yo creo que ése es el techo y que, bueno, es parte de los desafíos que nos plantea la disputa política hoy en la Argentina.


–¿Cree que el peronismo de Perón interrumpió el tránsito hacia la Argentina como país del Primer Mundo?


–No, de ninguna manera. Creo que nunca hubo tránsito, o sea, creo que es un error plantearse que un país periférico como el nuestro puede tener destino de Primer Mundo. En realidad, el Primer Mundo tiene que ver con una construcción de relaciones de poder entre naciones centrales o hegemónicas y la periferia. En todo caso, lo que a nosotros nos toca construir es un lugar en ese mundo, el periférico, que seguramente no será el “primero”.

–Desarrollismo: ¿éxito o fracaso?


–Es difícil hablar de fracaso. Más bien prefiero hablar de éxito de parte de quienes interrumpieron la posibilidad de construir, desde la aplicación de políticas desarrollistas, una base material que hiciera posible una nación dueña de sus propios recursos, que manejara los resortes económicos y distribuyera la riqueza. De hecho, en la actualidad, muchas de las políticas del siglo XXI en naciones que intentan un camino distinto en nuestra región tienen una gran cuota de políticas sino desarrollistas, por lo menos neodesarrollistas. Es decir, pienso al desarrollismo como un capítulo inconcluso.


–Evita y el voto femenino: ¿qué opinión le merece aquella medida?


–Fue una medida revolucionaria y sumamente adelantada a su tiempo. En la “cuna de la cultura”, en Francia, las mujeres no votaban cuando ya se ejercía ese derecho en la Argentina. Fue un cambio enorme, que contribuyó a construir la presencia que hoy tiene la mujer al nivel de la cultura, el trabajo y la política en nuestro país. Esto último lo destaco porque no es fácil de encontrar en otros países, incluso latinoamericanos.


–La Constitución de 1949 fue derogada por la Revolución Libertadora; ¿debe hacerse algo al respecto o simplemente olvidarlo?


–No hay que olvidarlo. Creo que hay que rescatar esa etapa de nuestro país. La Constitución del ’49 fue la construcción más alta de poder popular, siempre y cuando se entienda a la Constitución como la expresión de una correlación de fuerzas y en un determinado momento histórico. La Constitución del ’49 sigue siendo para los militantes del campo popular un desafío, una incitación a construir. Pienso que un nuevo contrato social en la Argentina, en una Argentina capaz de distribuir las riquezas, tiene que tener a la Constitución del ’49 como partitura.

–¿A qué factor/es atribuye la recurrencia de golpes de Estado durante el siglo XX?


–Hay factores internos y factores externos. De los primeros, destaco la irrupción o la ejecución de la política en el terreno de la guerra. Los golpes de Estado expresaron la defensa de los intereses de las oligarquías locales en los países de América latina. De los segundos, destaco que esas mismas oligarquías fueron parte de la política de dominación del imperialismo norteamericano, más recientemente, y de Inglaterra, mucho antes. Los golpes de Estado conjugan los intereses minoritarios de las clases dominantes locales, intereses siempre mezclados con el objetivo de pretender ser los dueños del continente.


–El Proceso: ¿genocidio social y económico?


–Creo que sí. Fue un genocidio, pero a la vez se trató de una política de exterminio sistemático de la industria. Significó la destrucción de la clase trabajadora argentina, clase vista por los sectores dominantes como una suerte de poder al acecho, una amenaza concreta. El Proceso también significó cortar con un avance histórico, que quizás hubiese puesto a la Argentina en un plano privilegiado dentro del continente y en una relación de poder de mucha mayor paridad con las potencias tanto de Europa como de los Estados Unidos.

–Aludiendo al país ideal en el que le gustaría vivir y a sus fuerzas armadas, Mariano Grondona señala en su último libro (El postkirchnerismo) el anhelo de que éstas vuelvan a ser “…como lo habían sido entre 1853 y 1930… lejos ya de los excesos del período 1930-1983”. ¿Coincide con calificar de “excesos” el accionar de las fuerzas armadas durante, por ejemplo, el Proceso?


–No. Fue una política que se aplicó de manera sistemática, que se preparó, que tuvo un engranaje local y un engranaje transnacional. La Escuela de las Américas de Panamá, por ejemplo, el Pentágono, el Fondo Monetario Internacional, las grandes corporaciones multinacionales en conjunción con los factores de poder internos. No hubo, en absoluto, excesos. Lo que ellos denominan “excesos”, en realidad, no son más que la expresión de esa política a la que hacía alusión Sarmiento cuando hablaba de regar la tierra con sangre de los sectores populares. Es decir, expresa el mismo desprecio y la misma cultura del ejercicio de la violencia, en lo que entiendo se trata de una suerte de don conferido por la condición de poder.


–¿Apoyó la recuperación de las islas Malvinas en abril de 1982? ¿Considera aquel acto legítimo o ilegítimo?


–No, no la apoyé porque la vi como parte de una política de consolidación de la dictadura militar. En relación a la legitimidad, creo que si uno la analiza desde el soldado o el conscripto, es absolutamente legítimo. Es decir, pienso que fue un acto legítimo de defensa frente el anacronismo de una presencia colonial, prácticamente ya cuando promediaba el siglo XX, cuando estábamos entrando en el último cuarto de siglo.


¿La deuda externa es ilegítima, legítima o una mezcla? ¿Se debe pagar, no pagar o investigarla –y pagar aquello que finalmente sea considerado legítimo–?


–Una mezcla. El origen de la deuda es ilegítimo, pero también es cierto que hay una parte de la deuda que es real y que existe. No es que la Argentina le deba al Fondo Monetario, sino que le debemos a los tenedores de bonos, entre los que por ejemplo está la ANSES. Igualmente, siempre hay que recordar que en 1955, cuando se produce el golpe de Estado de la Libertadora, la Argentina no tenía deuda externa. La deuda externa fue una decisión sistemática y absolutamente premeditada de los grupos dominantes, que perseguían atar a nuestro país a un engranaje de dependencia. En ese sentido, uno podría decir que hay una ilegitimidad política. Quiero decir, la deuda externa la contrajo una clase absolutamente minoritaria. Creo pues que, dada esta acepción de “ilegitimidad” (la parte de la deuda contraída por dictaduras) habría que investigarla. Ahora bien: a la hora de plantearse el no pago de la deuda, me parece que debería ser una tarea a construir por las naciones que forman parte del continente, y fundamentalmente, por Latinoamérica. Porque plantear el no pago de la deuda por una sola nación, así se tratara de una nación enorme como Brasil, es de una ingenuidad… Es, también, una muletilla política, una consigna política.


Siglo XXI


Nombre uno, dos o tres referentes políticos o estadistas argentinos de este siglo con los cuales se sienta identificado.


–Martín Sabbatella como político. Néstor Kirchner y Estela de Carlotto.


–Y uno, dos o tres referentes políticos o estadistas no argentinos de este siglo con los que se identifique.


–[Evo] Morales, [Luiz Inácio] Lula [da Silva] y [Hugo] Chávez.


–¿Qué significado tiene para usted el Bicentenario?


–Es un hito en términos simbólicos. En este momento que está viviendo la región latinoamericana, nos pone frente a la posibilidad de volver a discutir la segunda independencia y retomar un proyecto que nos permita recuperar banderas que están íntimamente ligadas con nuestro mandato histórico. En otras palabras: integrarnos, distribuir la riqueza, hacernos dueños de nuestros propios recursos y construir un proyecto de recomposición de la patria grande. Patria grande pensada en términos de la globalización, sí, pero nunca como un acuerdo de librecambio o de comercio o de intereses únicamente empresariales.


–¿Coincide con esta afirmación: “La Argentina es un país primario exportador en proceso de industrialización”? En caso negativo, ¿cómo la definiría?


–No. No creo que la Argentina sea un país de exportaciones primarias. Más bien creo que se trata de un país donde están en pugna dos proyectos: uno el que pretende mantener ese sesgo de país exportador de commodities, vinculado a la Organización Internacional de Trabajo como vendedor de materias primas; y el otro proyecto, uno que intenta construir un país que retome la posibilidad de un desarrollo integral, con industria, con distribución, con recuperación del patrimonio natural y del recurso energético. Creo que son dos proyectos en pugna.


–¿Cree que la Argentina está atravesando un proceso de industrialización?


–Hay un proceso de industrialización incipiente, que va a estar influido y que va a depender mucho de la capacidad de establecer un modelo productivo regional. Creo que hoy hay que pensar la posibilidad de recuperar el proceso de industrialización, ya no como una decisión que empieza y termina dentro de nuestra frontera, sino como parte de una trama más compleja que coloque a la región en términos de patria. ¿Por qué? Porque en este mundo globalizado, donde el capital está transnacionalizado, si no hay una base regional material para desarrollar ese proceso, entonces cualquier proyecto de industrialización aquí será prácticamente imposible de realizar.


–¿Entiende a la Argentina como un país atrasado, subdesarrollado, emergente, en vías de desarrollo?


–Como un país periférico que conoció picos de desarrollo en términos cultural, científico y productivo. Picos muy altos. Creo que la Argentina de la actualidad está intentado retomar ese camino. Los golpes militares, sobre todo los del ’66 y del ’76, significaron justamente sacar a la Argentina de esa vía por la que avanzaba, y que es la que posibilitará convertirnos en una nación capaz de aportar, no sólo riqueza material, sino también cultura.


–¿Cómo explica que las crisis internacionales del sistema capitalista (1870, 1890, 1914, 1930 y 1939) hayan contribuido a modernizar el aparato productivo nacional, diversificando la economía pastoril y agrícola del país?


–La oportunidad que nos dio el mundo de pensar en términos de desarrollo propio. Entonces, no quedó otra que dejar a un lado ese corsé de la venta de materia prima a cambio de productos industrializados. Siempre, en el marco de las crisis hubo sectores nacionales que lo supieron aprovechar, básicamente a través de la sustitución de importaciones y la producción de manufactura.


–Durante el conflicto por la resolución 125 se vio y escuchó en reiterados medios la siguiente frase: “Sin campo no hay país”. ¿Coincide con esta afirmación?


–No. Es un caballito de batalla de los sectores que intentar convertir a la Argentina en una gran extensión de cultivo y de exportación de materia prima.


–Nombre dos países latinoamericanos con los cuales se sienta identificado en su accionar institucional, político y económico.


–Bolivia y Cuba.
–¿Y dos países no latinoamericanos con los cuales se siente identificado en este mismo sentido?


–España, porque pienso en su historia, en la Guerra Civil. Y?Angola, por lo que significó su lucha de liberación.


–¿Qué expresaron el 19 y el 20 de diciembre de 2001?


–El agotamiento de nuestro pueblo frente a un túnel sin salida al que nos condujeron las políticas neoliberales. Creo que el 19 y el 20 de diciembre expresan además la rebelión frente a los gobiernos del “imposibilismo” y de los ajustes permanentes sobre los sectores más débiles.
–En el 2002 el economista estadounidense Rudiger Dornbusch propuso que la Argentina ceda el control y la gestión económico-financiera del país a un grupo de notables extranjeros. ¿Cuáles fueron –si es que las hubo– declaraciones suyas al respecto?


–En aquel momento dijimos que era la expresión más clara del imperialismo, en el sentido de denunciar como inservible a la clase política argentina que había gobernado hasta ese momento. Por eso esta frase, frase que para mí quiere decir: “Queremos gobernar sin intermediarios”. Recuerdo que los grupos económicos dominantes festejaban alegremente la posibilidad de tener una suerte de virrey del FMI.


–¿Qué expresó el conflicto por la resolución 125?


–La disputa entre un modelo de país con un Estado ausente, al servicio de los grandes intereses monopólicos internacionales y de los grupos económicos locales; y un modelo de país con un Estado capaz de intervenir para generar instrumentos que permitan cierto grado de distribución de la riqueza, que permitan la posibilidad de generar instrumentos de intervención en la planificación y en el diseño de la economía nacional. Observo en las retenciones no sólo una política de apropiación de recursos sino también una política que desalienta el avance del monocultivo de la soja.


–¿Existe crisis energética?


–No.
–El actual rol y accionar del vicepresidente Julio Cobos, ¿es constitucional o anticonstitucional? ¿Es legítimo o ilegítimo?
–Ilegítimo, sin ninguna duda, y anticonstitucional.

¿Cuáles serían algunas medidas que usted tomaría para revertir el proceso de sojización de la República Argentina?


–Uno: establecer políticas de apropiación de la renta extraordinaria que genera la soja, pero estableciendo distintos niveles de retención. Dos: una política de reapropiación, por parte del Estado, de elementos como los que les permitían fijar precios sostenes para los cultivos. Tres: políticas de fomento a los pequeños productores del agro, tendientes a diversificar la producción agraria y definir, en el horizonte, una reforma agraria que implique establecer parámetros de propiedad de la tierra nacional.


–¿Por ejemplo qué parámetros?


–Restablecer la legislación que impide la venta de las tierras a los sectores del poder económico extranjero. Y a la vez, establecer una política de redistribución de la tierra que fomente la producción a pequeña escala de los sectores agrícolas, pequeña escala diversificada.


–Venezuela es la principal reserva hidrocarburífera del mundo y está entre los primeros productores y exportadores de petróleo del planeta. ¿Conviene profundizar el vínculo energético con este país?


–Creo que sí conviene profundizar el vínculo energético en el marco de una integración latinoamericana, integración que permita armonizar las mayores capacidades en el terreno energético, alimentario, industrial, de reservas acuíferas, de gas, etcétera, todo en función de construir un proyecto de desarrollo regional, proyecto que veo absolutamente posible de lograr si hay voluntad política y si hay correlación de fuerzas en los sectores populares que permitan sostener ese camino.


–¿Coincide con las acciones del Gobierno nacional en relación a la avanzada exploratoria británica en Malvinas? De proseguir el Reino Unido con su accionar unilateral en esta materia, ¿habría que tomar medidas adicionales?


–Sí, creo que las acciones son las correctas y que habría que profundizar, aunque siempre, en el marco del conjunto de naciones de América latina.


–Banco del Sur: ¿sirve o no sirve al desarrollo nacional?


–Sí, sirve al desarrollo nacional y al plan estratégico regional.


–¿La Argentina tiene futuro aislada de la Unasur?


–No. La Argentina aislada (como cualquier otra nación de América del Sur aislada de la Unasur) tiene solamente, como posibilidad, el bilateralismo. Y esta opción implica, como por ejemplo ocurre con Colombia, convertirnos en países absolutamente sometidos a las reglas de juego impuestas por los Estados Unidos de América. O hay integración regional en todos los planos, o hay bilateralismo en condiciones de dependencia y de pobreza.

¿Qué opinión le merece la designación de Néstor Kirchner como secretario general del bloque?


–Es una designación que reconoce el papel que jugó la Argentina en términos de política exterior en estos últimos años, sobre todo en el conflicto de Bolivia [Nota del entrevistador: nacionalización de los hidrocarburos] y en el conflicto entre Ecuador y Colombia. Es sin duda, un reconocimiento a un viraje de 180 grados con respecto a la política exterior de la Argentina durante la década del ’90, por cierto, una política consagrada con la célebre frase “relaciones carnales”. No olvidemos tampoco que en el 2005 en la Cumbre de Mar del Plata se desarticuló el ALCA, se desarticuló la jugada de Bush de institucionalizar América latina como su patio trasero. En conclusión, la designación de Kirchner reconoce todos estos hitos de la política exterior de su gobierno.


–¿Por qué la Argentina no fue Australia o Canadá?


–Yo creo que, básicamente, por ese viejo estigma de las clases dominantes y que en la Argentina se comenzó a expresar con Rivadavia. Un estigma que además e independientemente de nuestra historia, tuvo siempre la misma impronta. Es decir, de construir una nación absolutamente desarticulada y dependiente de las potencias económicas.


–¿De qué sectores del quehacer nacional debería hacerse cargo el Estado y/o el mercado?


–Yo creo que el Estado debe tener en sus manos la salud, la educación, el sector energético… Tiene que tener en sus manos el manejo de determinadas producciones en el área de los medicamentos. También debe manejar los resortes que le permitan intervenir en la vida económica, para indirectamente establecer las reglas de juego, y que éstas no queden libradas a los mercados. Es decir, las reglas de juego del mercado las debe establecer el Estado, sobre la base de controles que tienen que ser estrictos, que tienen que ser parte de políticas públicas. Pero las políticas públicas no pueden ser definiciones de gobierno tomadas según el humor o la relación de fuerza del momento, sino con base en la participación de los sectores sociales.


–CTA-CGT: ¿por qué? ¿Para qué? ¿Contra qué?


–Nosotros luchamos juntos contra el menemismo en los ’90. En ese marco de “unidad en la acción” pudimos concretar movilizaciones e iniciativas de manera conjunta como fueron la Marcha Grande y la Carpa Blanca. En esa oportunidad Moyano y De Gennaro marcharon juntos. Hoy se retoma ese camino, habiendo previamente decidido poner por delante de las diferencias en torno del modelo sindical y de la autonomía sobre el Gobierno (temas que son parte de una legítima disputa sobre el modelo sindical), los intereses y las necesidades de la clase trabajadora. Así seguiremos en todas las situaciones límites en las que estén en juego los trabajadores. Esa “unidad en la acción” que puso estas diferencias a un lado, se expresó por ejemplo en distintas coyunturas. Una a destacar, las manifestaciones en contra de la represión criminal del gobierno de Sobisch por el asesinato de Carlos Fuente Alba. Otra situación que nos encontró juntos fue el apoyo a la estatización del sistema jubilatorio. Y finalmente, la participación activa a favor de la nueva ley de medios y en el banderazo en Rosario, que permitió recuperar a veintiséis compañeros echados por el grupo Vila-Manzano.